El Consorcio de Santiago acaba de finalizar las obras de mantenimiento en la capilla de Santas Mariñas de Sar, por un importe global de 52.959,28 euros. El responsable de este proyecto es el arquitecto de la Oficina Técnica del Consorcio Pablo Tomé. Explica que la actuación se encaminó a la realización de las tareas de reconstrucción del tejado, renovación de la pintura de las fachadas y renovación del drenaje exterior de los muros.
El arquitecto indica que “la capilla se mantenía, en general, en buen estado, excepto la parte caída del tejado en la cornisa de la fachada norte. Además, el inmueble presentaba pequeñas alteraciones en su envolvente”. Así, el contorno del óculo que hay en la parte central de la fachada mostraba una importante mancha de humedad producida por la mala evacuación del agua de la espadaña y de la ventana oval. Las partes bajas de los muros de las fachadas tenían también manchas de humedad, como consecuencia del mal estado del drenaje y del salpiqueo del agua de la lluvia. Las fachadas necesitaban renovar la pintura y el muro de contención a la calle tiene un revestimiento de madera que precisaba de una limpieza y restauración.
Las intervenciones realizadas
El arquitecto del Consorcio señala que, entre las intervenciones realizadas, se llevó a cabo la limpieza y restauración de las partes de piedra de las cuatro fachadas y de la espadaña, junto a la renovación de la pintura. También se pintaron las carpinterías exteriores de madera y el interior de la capilla.
Se revisó el tejado, recorriendo la cubierta y reparando, al mismo tiempo, las partes en mal estado. Se colocó una gárgola para favorecer la evacuación del agua de la lluvia en el encuentro entre la fachada sur y la sacristía. Asimismo, se impermeabilizaron tanto la base de la espadaña como la parte inferior del óculo de la fachada principal.
Por otro lado, se renovó el drenaje, que estaba tupido. Además, se modificó la altura del pasamanos de subida en la escalera de acceso desde la calle. Se restauró el revestimiento de madera del muro a la calle y se limpió el muro de la fuente, al tiempo que se llevó a cabo el acondicionamiento general del terreno de la parcela y se plantó un olivo. Por último, se construyeron casetas para aves y murciélagos en el tejado, con el fin de que puedan anidar, tal como ha hecho el Consorcio de Santiago en otras intervenciones.