Finalizan las obras de mantenimiento en la iglesia de San Caetano

Viernes, 6 Marzo, 2020

El Consorcio de Santiago finalizó las obras de mantenimiento de la iglesia de San Caetano, por un importe global de 19.758,63 euros. El responsable de este proyecto es el arquitecto de la Oficina Técnica del Consorcio Pablo Tomé. Explica que “el problema fundamental de la capilla era el relativo a su imagen exterior. Se podía apreciar cierto deterioro de la pintura y de la piedra en las cuatro fachadas, fundamentalmente en los muros que sobresalen del tejado para formar el crucero del cuerpo central del inmueble”.

 

El arquitecto destaca la suciedad que había en la piedra de la fachada principal, en particular en el campanario, “circunstancia que no tendría mayor importancia de no ser por la ubicación estratégica que la iglesia tiene a la entrada a ciudad en la cara norte, con mucha visibilidad debido a su presencia aislada”.

 

Según Tomé, en el interior de la iglesia se podía apreciar cierta humedad en parte de los muros que sostienen la cúpula central. Esta situación se debía, en buena medida, al desprendimiento de una de las bajantes del tejado de este cuerpo. Por otro lado, el tejado que cubre el pequeño cuerpo de la esquina noroeste, que antiguamente había sido una vivienda, estaba en estado regular, puesto que no había sido rehabilitado al tiempo que el resto.

 

Las intervenciones realizadas

 

Entre las intervenciones que se realizaron en la capilla, destaca la renovación de la pintura exterior de las cuatro fachadas y del cuerpo central de la iglesia. Además, se realizó una limpieza de la piedra de la fachada principal con el campanario y las esquinas. Por último, se llevó a cabo la renovación del tejado de la esquina noroeste con la introducción de un lucernario en sustitución de una vieja uralita translúcida.

 

“Muy importante fue la consolidación de la parte superior de la espadaña y su unión con la caseta ubicada en la parte posterior, que estaba totalmente separada. También se renovaron las grapas de metal de unión de la sillería de la espadaña; al tiempo que se consolidó la base esférica de la cruz, que estaba completamente abierta” -indica el arquitecto-. Tomé destaca que, “asimismo, modificamos las bajantes de pluviales de la esquina sureste para disminuir el agua de la lluvia del parterre, responsable de gran parte de la humedad del suelo del altar”.