El Consorcio de Santiago ha adjudicado la obra de mantenimiento de la ermita de Nuestra Señora de las Angustias, en Agualada de Marantes, por un importe global de 29.645 euros. La empresa beneficiaria es Sergiu Alexandru Tatarcán. Se prevé un período de ejecución de tres meses.
El responsable de este proyecto es el arquitecto de la Oficina Técnica del Consorcio de Santiago Pablo Tomé. Explica que “la intervención se encamina a la realización de las tareas de renovación de la pintura y limpieza de la piedra de las fachadas, a la renovación del tejado de la sacristía y al drenaje de la cara exterior de los muros que conforman la iglesia”.
Esta pequeña capilla románica se sitúa en el Camino de Santiago que venía de Ferrol, Vilalba y Betanzos y entraba en Compostela por el norte. Era el lugar donde se lavaban los peregrinos, purificándose antes de llegar a la ciudad. Ya existe desde el siglo XII, fecha a la que pertenece parte del presbiterio. En el siglo XVI, al demoler el claustro románico de la Catedral para construir el actual, uno de los arcos se llevó a esta capilla y se conserva haciendo de arco de triunfo de la misma -es un arco románico tallado por la escuela del Maestro Mateo-.
La iglesia, reedificada en el siglo XVI, está dentro de un recinto murado con el atrio. Algunas partes de la capilla fueron construidas entre los siglos XVI y XVIII. Resaltan los leones que flanquean la entrada y que recuerdan a los del Pórtico de la Gloria de la Catedral. Y en el interior del inmueble destaca su retablo.
Las intervenciones propuestas
La capilla se mantiene, en general, en buen estado excepto la fachada exterior, que tiene la pintura y la piedra superficialmente deterioradas. El vallado que rodea el atrio se encuentra en mal estado, con la piedra invadida por la vegetación. En el interior, el ábside tiene las partes bajas por el interior con manchas de humedad que afectan de forma importante al retablo; la escalera del coro, estrecha y con mucha pendiente, no tiene pasamanos, lo que hace peligroso su uso; y el falso techo de la sacristía, de madera, tiene manchas de humedad debido a problemas en el tejado.
El arquitecto del Consorcio señala que, entre las intervenciones previstas, están la limpieza y pintado de las cuatro fachadas y de la espadaña. Se instalará un pasamanos de subida al coro. Se renovará el tejado de la capilla, con la instalación de una campana de luz para poner en valor la pilastra medieval de la cabecera de la iglesia, en la actualidad oculta por el falso techo. Se formará una zanja de drenaje alrededor de la iglesia para resolver el problema de la humedad del ábside y del retablo. Y, finalmente, se llevará a cabo a limpieza y restauración del vallado del atrio.