El arquitecto Carlos Martí Arís falleció el pasado 1 de mayo por coronavirus. El Consorcio de Santiago lamenta su pérdida y recuerda la colaboración que el reconocido profesional mantuvo con el organismo en el año 1995, fecha de la publicación del libro Santiago de Compostela: la ciudad histórica como presente, del que fue coordinador.

Esta publicación, editada en castellano e inglés, con introducción del arquitecto y exalcalde de Santiago de Compostela Xerardo Estévez, es una magnífica obra de más de 300 páginas. A través de estudios realizados por prestigiosos arquitectos y urbanistas, se analiza la estructura física de la ciudad histórica compostelana, contemplándola como artefacto, como arquitectura. Se establece una relación activa con los monumentos y los lugares del pasado; una relación que, más allá de la simple admiración contemplativa, nos permite reconocer los valores de la historia y apreciar su vigencia en el presente.

La primera parte de este volumen está formada por cinco trabajos de investigación sobre el casco histórico de la ciudad de Santiago, donde se hace una valoración de la arquitectura y del urbanismo desde la Edad Media hasta nuestros días. Uno de estos autores fue Carlos Martí Arís, quien abordó La ciudad histórica como presente. En la segunda parte del volumen se recogen diversas intervenciones realizadas en la ciudad histórica.

Ante esta noticia, el responsable de Publicaciones del Consorcio, Juan Conde, manifiesta: “Tengo un grato recuerdo de él. Mantuvimos una estrecha colaboración en el proceso de preparación del libro. Era un gran profesional que demostró un profundo conocimiento de la historia del urbanismo de Santiago, aun siendo de Barcelona. Siento de verdad su pérdida. Era una gran persona”.

Una notable y comprometida trayectoria profesional

El arquitecto falleció en su ciudad natal, Barcelona, a los 71 años de edad. Además del campo de la construcción, disfrutó de una amplia trayectoria profesional como docente; fue profesor de proyectos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (que lo reconoció como magister honoris causa) y también en el Politécnico de Milán. En el campo de la teoría, publicó y editó una larga lista de libros. Como arquitecto comprometido con su entorno y con los ciudadanos, firmó, junto a su socio, Antonio Armesto, varios barrios de viviendas sociales y parques en Cataluña.

Era un firme defensor de “la ciudad para los ciudadanos”, lema de la revista 2C Construcción de la ciudad, que codirigió durante 13 años. Destacó también por su entrega hacia lo colectivo; en esta línea, destaca su colaboración en el diseño y construcción de más de 30 viviendas en Argelia en 1975.