La Casa del Cabildo acoge la exposición “Compostela monumental”, que reúne dibujos de la ciudad histórica de Santiago realizados por el militar Andrés Freire Conde, artista autodidacta que comienza a dibujar y a pintar desde muy joven y a sus 91 años sigue manteniendo su pasión por la pintura.
Andrés Freire Conde nació en la Base Naval de A Graña, en Ferrol, en el año 1927. Es Teniente General de Artillería retirado, diplomado en Estado Mayor y licenciado en Derecho. Desarrolló una importante carrera militar. Su primer destino como teniente fue en el Regimiento de Artillería número 28 de Santiago de Compostela, en el cuartel que en la actualidad es la sede del Parlamento de Galicia, y estudió Derecho en la Universidad de Santiago, de ahí su fuerte vinculación con la ciudad.
Su verdadera vocación es la pintura, a la que se dedicó toda su vida, en especial en su última etapa militar como Capitán General de Levante, recibiendo premios muy relevantes, entre ellos la Medalla de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. Es un reconocido pintor y acuarelista, realizando sus obras siempre del natural. Durante su carrera militar hizo numerosas exposiciones, tanto en Galicia como en otras ciudades españolas, retratando los lugares en los que residía o a los que viajaba.
La pasión del artista por Santiago
“Compostela monumental” son un total de 36 dibujos de gran tamaño (45 x 67 cm) realizados con Flomaster que muestran la arquitectura de Santiago, con comentarios del artista a cada una de las obras. Además, hay cuatro expositores en los que se recoge su trayectoria. Esta muestra ya se expuso en el año 1993 en el Pazo de Fonseca y también en la Casa de Galicia en Madrid. En el catálogo de aquella exposición el escritor Xosé Filgueira Valverde destacaba que era “la obra de un artista que hace vibrar, sonreír, conversar esas viejas piedras que esperan siempre la mano que les dé nueva vida”.
El artista se siente deslumbrado a la vieja capital jacobea. Una mañana algo lo lleva al Pórtico de la Gloria. “Una luz indefinida, juguetona, acariciadora, envolvía los grupos de apóstoles y profetas, que hacía sus túnicas naturales y sus gestos humanos y vivos… Escuchaba la música de los ancianos, me hablaban, como llamándome los profetas… Viví un momento mágico y me puse a pintar” -recuerda-.
En la búsqueda de la simplicidad
Andrés Freire manifiesta que “en el dibujo, como en cualquier rama del arte, la simplicidad es fundamental. No se trata de atiborrar el papel de rayas. Hay que conseguir el equilibrio en lo sencillo. Resolver cosas a veces complicadas, con poquísimos trazos. Por ejemplo: el Pórtico de la Gloria tan lleno de santiños; la fachada de Platerías con aquel juego y composición tan maravillosa de arcadas, columnas, santiños adosados…; o la fachada del Hostal de los Reyes Católicos, tan compleja, con larguísimas balconadas, escudos, gárgolas, una gran cadena labrada, una auténtica maravilla en piedra. Y todo con poquísimos trazos, los necesarios y suficientes para que aquello que brota del papel, como un milagro, esté vivo, te produzca emoción y no te deje insensible”.
Para el artista “estos dibujos son pura nostalgia y fruto del deseo de hacer míos, de una vez y para siempre, aquellas calles, plazas y rincones monumentales en los que fui feliz y donde nació y viví el amor de mi vida. Compostela es así, como la veis aquí y así es como la viví y llevo en el fondo de mi alma: como una pura e indescriptible vibración. Me alegraré si con ella disfrutáis tanto como cuando yo la realizaba”.
La muestra permanecerá en la Casa del Cabildo hasta el mes de julio
La exposición permanecerá en la Casa del Cabildo hasta el próximo mes de julio. Podrá visitarse de martes a sábado de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 21:00 horas, y los domingos de 11:00 a 14:00 horas. Los lunes la Casa del Cabildo está cerrada al público.