Oriol García, maestro estucador, habla de los beneficios de las cales aéreas como material en obras de construcción y rehabilitación. Impartió un taller de revoco en el Curso Superior de Gestores de Obras de Rehabilitación (CEGOR), que promueven el Consorcio de Santiago y la Fundación Laboral de la Construcción.
Veinticinco alumnos recibieron clases teóricas y prácticas sobre las propiedades de la cal aérea, material que permite generar más capas y trabajar en volúmenes, por lo que se puede cortar y partir, según explica García, estucador en sexta generación. “Este tipo de cal compone bien en un mortero, favorece distintos acabados, es transpirable y no genera eflorescencias, es decir, actúa como un bactericida que evita los hongos. Es muy recomendable en territorios con humedad”, añade.
Antes del inicio del curso, el arquitecto del Consorcio Ángel Panero acompañó a los asistentes a realizar una visita a la pionera fábrica de Xilonor (Coirós), que se dedica a la fabricación de tableros de madera contralaminada sobre piezas macizas de pino gallego. Panero destacó la “importancia” que el Consorcio le otorga a la formación práctica y avanzada.