En el marco del programa de restauración de monumentos del Consorcio de Santiago, el organismo interadministrativo va a iniciar las obras de mantenimiento de la iglesia de San Frutuoso, por un importe global de 103.363,33 euros. La empresa adjudicataria es Murúa, S.C. Se prevé que la intervención finalice en un período de cuatro meses.

El responsable de este proyecto es el arquitecto de la Oficina Técnica del Consorcio de Santiago Pablo Tomé. Explica que “la iglesia se mantiene, en general, en buen estado excepto en algunas partes en las que es necesario intervenir”. En el caso del tejado, hay muchas tejas rotas, en particular en el cimborrio, con el consiguiente peligro de desprendimiento. Asimismo, la cubierta de plomo, tras la fachada principal, se encuentra en muy mal estado, lo que provoca la entrada del agua de la lluvia en la fábrica y en el interior de la iglesia.

El marco exterior de la ventana de la fachada principal muestra una importante grieta en la jamba norte, de modo que se procederá a su restauración. Las rejas de las ventanas de las fachadas norte y sur están oxidadas, por lo que los marcos que las contienen presentan roturas debido al aumento de volumen del óxido de hierro. Además, tanto el tambor del cimborrio como las fachadas laterales tienen un encintado que deja ver parte de la piedra de la fábrica, y no la protege de manera conveniente de la humedad de la lluvia.

También se intervendrá en la estatua de la Prudencia

Una de las cuatro estatuas que representan las cuatro Virtudes Cardinales, en concreto la de la Prudencia, tiene en la mano izquierda una serpiente que está mal sujeta, con el consecuente peligro de caída. Así, se llevará a cabo la sujeción de este elemento.

“La gran cornisa y el campanario de la fachada principal tienen acumulada vegetación que urge eliminar de raíz para evitar problemas mayores en la piedra en un futuro próximo” -indica el arquitecto-. Y las fachadas sur y posterior muestran manchas producidas por hongos y algas.