El Consorcio de Santiago y Teófilo Edicións sacan a la luz Bonaval, de onte a hoxe. Da arquitectura á cidade, una publicación escrita por los arquitectos Xerardo Estévez Fernández, Celestino García Braña y Adrián Alonso Lorenzo, y la historiadora y museóloga María Xosé Fernández Cerviño.

Se construye el relato histórico de Bonaval inserto en su entorno

Esta publicación tiene como precedente el Plan Director del Conjunto de Santo Domingo de Bonaval, encargado por el Consorcio de Santiago. Tal como explican los autores, “aquel trabajo llevó aparejado un proceso de investigación y estudio exhaustivo del complejo construido, de su realidad física y posibilidades de adaptación a nuevos requerimientos funcionales”. Fue, además, la ocasión para extraer toda una serie de hipótesis documentadas en el análisis histórico que explican su proceso constructivo, y también el de la ciudad en la que se asienta.

En el libro se profundiza en cómo los grandes acontecimientos teológicos o sociales, culturales y económicos se fueron concretando en la realidad pétrea que hoy conocemos. “Los edificios son testigos activos, por veces engañosos, de las épocas en que surgen y se transforman. Los monumentos encierran también ideologías y pasiones irracionales” -destacan-.

Los autores indican que “la filosofía que manejamos consiste en desmontar imaginariamente el artefacto arquitectónico, rastreando su historia y las intervenciones sucesivas, y descubrir su inteligencia constructiva y, al mismo tiempo, sus errores y patologías. Construimos el relato de Bonaval histórico inserto en su entorno”.

Ochocientos años de historia, arquitectura, cultura y arte

El catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Santiago Alfredo Vigo Trasancos señala en el prólogo que “ochocientos años de vida convirtieron el viejo convento santiagués en un formidable palimpsesto arquitectónico en cuyas piedras se pueden apreciar las huellas de todos los tiempos, desde lo mismos inicios a comienzos del siglo XII, momento en el que se instalaron allí los primeros predicadores, hasta el siglo XXI, en el que el importante conjunto sirve de sede al Museo do Pobo Galego”. El catedrático pone de relieve que “en esta secuencia histórica hay todo un ciclo de gran fertilidad vital, cultural y artística; siendo escenario de múltiples usos y acontecimientos que lo llenaron de vida y de una actividad intensa y plena”.

A lo largo de este tiempo Bonaval fue lugar de culto religioso, residencia de dominicos, centro cementerial de primer orden, lugar de educación y, en consecuencia, un centro docente sagrado y especializado, pues allí estuvieron el Estudio General Religioso y la Escuela de Sordomudos y Ciegos. Además, sirvió de hospedería de peregrinos, de hospicio, de asilo, de hospital provisional e incluso de cuartel en algún momento de su historia. Y a todo esto se añade su actual destino museístico, de Panteón de Galegos Ilustres y de centro cultural comprometido con la Historia de Galicia. “Pocos edificios hay en nuestro país que tengan resultado tan vitales, tan versátiles y de tanta utilidad como este de Bonaval, cuya iglesia es además Monumento Nacional desde 1912” -manifiesta el historiador-.

La documentación gráfica permite visualizar la evolución del conjunto

Los autores hacen un recorrido por la historia y una interpretación arquitectónica y urbanística del conjunto de Santo Domingo de Bonaval, ilustrado con una serie de planos en los que se puede apreciar gráficamente esta evolución histórica. También se hace especial hincapié en el papel que Bonaval jugó como elemento clave de la ciudad compostelana.