El Consorcio de Santiago y Alvarellos Editora publicaron As orixes da fotografía en Galicia. Estudios composteláns do XIX. Se trata de una obra pionera, resultado de años de profunda investigación, que aporta descubrimientos sorprendentes del nacimiento del arte fotográfico en Galicia. El fotohistoriador Carlos Castelao, de origen asturiano y afincado en Compostela desde 1988, ofrece un trabajo riguroso, muy documentado y enormemente didáctico.
Es el trabajo más completo que se conoce sobre la fotografía de una ciudad gallega en un período concreto, con más de 350 imágenes, muchas de ellas inéditas
El volumen está ilustrado con más de 350 imágenes, muchas de ellas totalmente inéditas, como es el caso de una vista del claustro de la Catedral realizada por Andrés Cisneros en 1858. El autor comienza situando los albores de la fotografía en Galicia, para presentar a continuación el más completo trabajo conocido hasta el momento sobre la fotografía de una ciudad gallega en un período concreto.
En esta publicación se recogen las precursoras y precursores del nuevo arte de la imagen en Santiago de Compostela. En esta línea, se traza la biografía de hasta 24 profesionales que tenían estudio fotográfico propio en la ciudad en esta época. De varios de estos estudios no se conserva ninguna obra y de otros apenas existen ejemplos de ella. En este trabajo se demuestra la interrelación en una mayoría de ellos, una preponderante ideología común progresista o un habitual acercamiento a la masonería.
Se incluye la historia completa del primer fotógrafo gallego con estudio comercial propio, situado en la rúa Nova. Se trata de Andrés Cisneros, cuya actividad en Compostela se centra entre los años 1856 y 1858. Son pioneras las fotografías escénicas de Santiago que hizo en 1858 con motivo de la Exposición Regional de ese año, y que regaló luego a la Reina Isabel II en formato de álbum.
Mujeres fotógrafas y el niño fotógrafo, un caso insólito en la historia
El libro relata también la historia de mujeres pioneras en este campo como la zaragozana María Cardarelly, que trabajó en Compostela entre 1864 y 1866, con estudio en la calle del Hórreo. Fue la primera fotógrafa en Galicia y una de las primeras en España. A pesar de que sólo se conocen cuatro ejemplos de su producción, dos de ellos son de una gran trascendencia histórica, puesto que retrató a Rosalía de Castro en 1865. Una de esas fotos la encontró en 2013 el presidente de la Fundación Rosalía de Castro pegada en unas páginas manuscritas integradas en un ejemplar de Cantares gallegos. La otra imagen pertenece al archivo de la Real Academia Galega.
La segunda mujer que abrió un gabinete fotográfico en la ciudad fue la también zaragozana Juana Cabello, con actividad en Compostela en el año 1884 y estudio en la calle del Franco. Fue además la madre del niño fotógrafo Luis Hermida. El muchacho estuvo activo en la ciudad entre 1885 y 1887 y consta que fotografiaba de una manera profesional al menos desde los ocho años. Además, es un caso insólito en la historia, puesto que el gabinete fotográfico llevaba su nombre, es decir, que oficialmente se encargaba de la dirección de la empresa. Sólo se conoce una foto firmada por él, la inauguración del monumento a Casto Méndez Núñez situado en la Alameda compostelana, el 28 de julio de 1885. Por otro lado, el investigador Carlos Castelao sugiere que la última fotografía de Rosalía de Castro, datada en septiembre de 1884, en la que aparece acompañada de Murguía y de cinco de sus hijos en el jardín de la Casa da Matanza, podría ser autoría de este niño o de su madre.
En el libro figuran códigos QR para ampliar la información sobre cada fotógrafo
En algunos capítulos de esta obra figuran códigos QR que invitan a encontrar más información sobre el fotógrafo tratado en cada caso. Este código enlaza con el blog de Carlos Castelao http://memoriadaimaxe.blogspot.com, en el que se irá actualizando toda la información con nuevos descubrimientos en este campo.
Con esta publicación “se busca una visión más próxima a la fotografía de nuestros pioneros y que los retratos biográficos de cada uno de nuestros fotógrafos sean un punto de inicio para conocer con más profundidad su labor e interpretar más adecuadamente su obra” -destaca el investigador-.